Es una obra de las que gusta compartir, me encanta como ha quedado. Jugar desde lo figurativo a la abstracción y viceversa, mostrar el amor por la naturaleza y la importancia de la cooperación.
Bruma
Los ojos se nublan con miradas de nube entre cielo y paisaje.
En un día de intensa lluvia, las ramas se desdibujan por el efecto visual del agua, creando una atmósfera mágica, las pinto con trazos marcados, otras aparecen sinuosas entre la bruma.
Puedo imaginar como empiezan a caer rítmicas gotas, en una canción simulada, con voces bellas de juglares o cantautores y quedar maravillada con la poesía, el tono, origen y esencia de las letras de Pablo Guerrero. Después aparece la intensidad de un chaparrón, podría hacer alusión a un concierto de El Robe o estar en "las puertas del deseo" de Tako.
El fondo neutro con texturas me recuerda a sabor antiguo a alacenas cuidadas, a armarios que guardan, con colores cálidos de hogar, de atardecer y esperanza. Las ramas más altas surcando cielos juegan a ser pájaros trazando garabatos dorados, caminos imaginados hacía nuestros seres de luz. Memorar con el intenso abrazo del recuerdo.
Intensa lluvia, a la vez, es un guiño a la niñez, un tiempo no tan lejano en el que el misterio iba y venia por todas partes como nos relata Antón Castro en "El niño, el viento y el miedo" y José Antonio Prades en "Los últimos 14 años", cuando jugábamos en las calles, corriendo en las tormentas de verano, bajo un intenso chaparrón, riendo divertidos a carcajadas, calados. La magia del recuerdo te traslada a ese momento, puedes divertirte y recrearte sintiendo las mismas emociones.
Es un cuadro realizado con cariño y con acrílico, pastel y carboncillo sobre tabla, mide 140x100cm. Ha sido una gozada versionar una fotografía original de Uge Fuertes Sanz, "Aprovechando el momento" un día que llovía muchísimo, publicada en su libro "Imaginando mundos. Creatividad y fotografía de naturaleza" Es un magnífico libro, un manual de artista, original, con técnica, ingenio y poesía, con una colección potente, entre mundos imaginados y reales, sin retoques.
Nos muestra con sensibilidad la pasión por la naturaleza plasmada con belleza, composiciones que recuerdan a las vanguardias artísticas desde el impresionismo a la abstracción, pasando por Monet, Zóbel, o Kandinsky, nos enseña que es posible pintar con la cámara. Se trata de experimentar en un mundo de posibilidades, entrar incluso, con la mirada de un niño en el arcoíris.
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